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Página personal de la escritora Rosa María Lencero |
Selección de literatura universal
Por
Rosa María Lencero Cerezo
IES "SÁENZ DE BURUAGA"
Profesora Alicia Alves
Mérida, 6 de mayo de 2003
Manuel Pacheco | Antonio Colinas |
Gloria Fuertes | Rosa María Lencero |
Carta a los alumnos de Segundo
IES. Sáenz de Buruaga Mérida
Queridos nuevos amigos:
Sobre todo, muchísimas gracias por vuestra acogida tan estupenda el día 6 de mayo en la clase donde vivís unas horas bastante importantes de vuestra vida. No me imaginaba que fuerais tantos y me encantó encontrar una clase llena de caras jóvenes y sonrientes y aunque parezca tonto, atravesar la puerta de una clase desconocida con gente desconocida tiene su lado misterioso y temeroso... depende de la primera mirada que ves en los demás, así es la tuya; y os aseguro que me invadió una felicidad enorme al veros sonreír y darme una bienvenida tan acogedora.
Me sentí a las mil maravillas. Fue muy fácil transmitiros el mensaje que debe transmitir quien vive en la casa de la literatura: aquí, entre estos muros se respira fantasía, evasión, sentimiento, expectativa, esperanza, y un largo etcétera. En cada habitación encontramos historias y vidas vivas, para ser leídas-vividas por todos los ojos que atraviesen las puertas y ventanas de las novelas, la poesía, el teatro... y también el cómic, las historietas, los ensayos... etc. etc.
La literatura sirve para muchas cosas, como un medicamento para el alma: tanto aplaca como enardece. Eso bien os lo puede explicar Alicia Alves, vuestra profesora, poeta como yo, y que vive el maravilloso mundo de la solidaridad infantil... su poesía Los otros niños es estremecedora, y para eso también los versos sirven: para denunciar la injusticia y el desequilibrio del mundo, no sólo versos para cantar a la primavera o al amor, los versos también tienen que ser dardos acusadores de las conciencias... pero ese es otro tema largo para seguir aquí.
A vosotros os debo una mañana distinta con un recuerdo impagable. Me traje en la cartera vuestros escritos de Aulápolis -contra la amnesia- y Literafilia, la literatura no se enseña, se contagia. Esta última frase me encanta, estoy absolutamente de acuerdo )es de Alicia? Me pega que sí. Más que leerlos, me los he bebido (la literatura también se bebe, diría Gloria Fuertes...que en cierta ocasión aconsejó beber hilo en un libro suyo... las metáforas son estupendas para ir tirando por lo absurdo de la vida). Si digo me ha gustado no lo digo por educación, lo digo por sorpresa y originalidad de todo lo que habéis escrito. Vosotros en vuestras cartas me animáis y ahora soy yo la que os anima a vosotros a que sigáis escribiendo. ¡Vamos! ¿A qué esperáis? ¿Ahora?
Las cartas han sido un regalo increíble. Me esperaban en mi mesa de trabajo del Ayuntamiento. Llegué toda contenta porque fui a Badajoz a inaugurar una exposición de fotografías, El placer de leer (por cierto tuve que hablar sin decir ni una vez ni chacho ni chacha ni otras expresiones de mi querido extremeño, que a vosotros tanto os gustan y sé que en eso no cambiaréis jamás y también sabréis portaros correctísimos dependiendo de las situaciones)... y me encuentro con la sorpresa de un sobre y un contenido que es un tesoro.
Teníais que haber visto la cara que he ido poniendo en cada carta. He sonreído y he reído a gusto y feliz. Daros las gracias sería poco para tanto. Con esto os lo digo todo. Mi concepto de los jóvenes se ha enriquecido con vuestras palabras porque vuestra juventud enseña lo auténtico que no se debería perder con los años.
Comprendo perfectamente el concepto que tenéis o teníais de lo que es un señor o señora dedicado a la literatura, los escritores envarados que decís os sueltan el rollo a su modo y sólo hablan de sí mismo como si con ellos se cerraran todos los libros sin caber nadie más. Todos coincidís en esa manera de describir a un escritor, pero como dice el refrán, en todas las familias hay un garbanzo negro, y puede que yo y muchos/as como yo seamos los afortunados garbanzos negros de la literatura, no vamos exclusivamente a hablaros de nosotros mismos más serios que un luto... vamos a hablaros de la comunidad de escritores a la que pertenecemos que podríamos llamarla desde este momento Escritores sin fronteras. Y no digo más, sólo que me alegro de haber roto esa imagen tan terrible que me habéis expuesto.
Ahora voy a haceros un repaso de cartas, no puedo hacerlo de todas porque algunos no habéis puesto los nombres, pero que sepáis que va para todos: contestando a uno tiro de los demás, ¿vale?
Piedad de Torremegías ( y María Luisa de Torremegías también) recuerda que su pueblo tiene un vínculo con Camilo José Cela, nada menos que todo un Nobel español. Y os cuento una anécdota, una tarde en la Biblioteca Municipal de Mérida, vi a tres chicos de catorce o quince años desesperados buscando en unos ficheros el nombre de un autor... discutían porque no entendían que el profesor les había mandado hacer un trabajo de un escritor que ni siquiera tenía un solo libro en la biblioteca, vamos que no existía. Me ofrecí a ayudarlos, me decían: ¡No se preocupe, este señor no existirá... llevamos un buen rato buscando a un tal Zela y no hay ningún nombre que se le parezca! Os aseguro que no es un chiste, fue la verdad verdadera... probablemente asistían a las clases de oídas porque el libro puede tener lo que se llama algún gazapo, pero jamás de los jamases Cela con Z de zopenco.
Ana, que leyó a Manolito Gafotas, firma su carta con estrellas y una rosa, por parte de nombre me siento muy halagada (y con esto aprovecho y digo una verdad como un templo: algunas escritoras somos muy coquetas).
A la alumna que tenía a la poesía como un jeroglífico, afortunadamente encontró para descifrarlos la piedra Rossetta, que no es broma, existe... no sé si lo habéis estudiado en clase de Historia: la encontró en Egipto un soldado de Napoleón y ayudó a descifrar los jeroglíficos. Me encantaría haber sido así para vosotros, porque el poeta que escribe un poema en clave de secretos, puede quedarse mudo sin comunicar nada.
Para la futura marketinista, o sea, para Estefanía, que va a estudiar marketing, decirle que no es tan fiero el león como lo pintan, y la carrera que va a estudiar es increíblemente dinámica y creativa... no es que lo pusiera verde, hay que poner verde a quien usa mal cualquier carrera o profesión sólo para hacer dinero facilón, como el ejemplo que pusimos de la literatura efímera y hueca que infla el marketing del momento. ¡Ánimo!
Me ha encantado la forma de Nuria de decir abrir la curiosidad de la poesía en una adolescente. Y tu nombre me evoca al Vall de Nùria, que está en la provincia de Barcelona, cerca de Camprodón, donde nació el músico Isaac Albéniz, llegar hasta arriba de ese valle es una maravilla aún para las miedosas como yo... se va subiendo por una montaña en un tren-cremallera con el acantilado en la misma ventanilla y no sabes qué hacer si cerrar los ojos de miedo o contemplar tanta belleza. Tienes que ir Nuria y meter la cabeza en una campana arriba en el santuario, sobre un glaciar y pedir un deseo. Aunque no se cumpla nunca olvidarás el paisaje.
Sandra tiene razón en su magnífica exposición de que la literatura va más allá de lo que vemos escrito y al decir esto se ha convertido en una excelente crítica literaria. ¡Ojalá tengan la misma visión muchos que desmenuzan los poemas con torpeza como si fuera pan duro, sin sensibilidad ni ternura! Ahora doy yo las gracias a la madre de Sandra por tener un libro mío, de mis primeras épocas, cuando vamos dando pasos inseguros como los niños cuando aprenden a andar... se aprende a escribir y a todo lo demás dándote unos buenos batacazos y haciéndote raspones en el corazón igual que en las rodillas, las dos pupas duelen y cuando se curan te fortalecen, por eso no os preocupéis de las veces que os caigáis e incluso os hagan caer en la vida, uno siempre se levanta y aprende y rectifica.
No perdáis nunca vuestra propia identidad, que ya la tenéis perfectamente marcada y por vuestras cartas leo entre líneas cómo es vuestro interior y además porque al miraros en clase y veros risueños, vuelvo a confirmar que la cara es el espejo del alma, como el espejo del agua mágico y real al mismo tiempo (acordaros del poema de Marguerite Yourcenar, debajo de la superficie a donde te empuja la vida con sabiduría hay otro mundo por descubrir).
La carta de Isa va preciosamente enmarcada como un diploma, que por supuesto luciré orgullosa porque además usó la palabra tertulia y esta frase: que los jóvenes no tenemos muy buena fama... La explicación de esto puede estar en la mala memoria de los mayores que se olvidan con mucha facilidad de que ellos también fueron jóvenes, y el mayor que piensa así y actúa con premeditación y alevosía en contra de la juventud, comete la estupidez más importante de su vida, morir antes de tiempo... es como si el que tiene alergia al campo se dedicara a destrozar la naturaleza... No quieren darse cuenta de que la vitalidad de las personas se regenera con la sangre nueva que viene detrás de nosotros.
Sergio de verdad me tiene que hacer caso como dice en su carta, NO CAMBIAR Y SER YO MISMO, ya que ser uno mismo es lo que más vale en el mundo, es la mejor tarjeta de crédito, de crédito personal y nuestra persona es lo primero que va por delante, lo que nos precede... la prueba la tenéis en que no me conocíais personalmente y antes de llegar yo, mi persona ya había llegado a vuestra clase por la boca de Alicia .
Prometo que no cambiaré nunca porque tengo un guardia dentro de mí peor que la pareja de la carretera y me pone unas multas tan impresionantes en el corazón que no podría mirarme a la cara a mí misma. Nada me hará cambiar ni ahora ni nunca, porque me gusta mi carácter: reírme, bromear, jugar con las palabras y no poner barreras con el resto de las personas con quien comparto el mundo... ya que todos nos necesitamos tarde o temprano y como soy muy refranera, me acuerdo de este refrán: quien siembra vientos recoge tempestades, con lo cual mejor es que sembremos nuestra buena voluntad.
Jara se ha quedado con esta frase: no tengáis miedo a las palabras, porque las palabras son la realidad, no recuerdo si la dije exactamente así, pero era eso exactamente lo que quería deciros... la realidad somos nosotros mismos, tal como somos, sin más artificios y sin postizos que enmascaren nuestra auténtica forma de ser, porque nos sentiríamos raros y fuera de lugar y no actuaríamos a nuestra manera, sino a la manera que unos pocos quieren imponer.
Decía Manuel Pacheco que él escribía a su modo, no a la moda... y recordad que hablamos de la literatura efímera, la que pasa como el viento y después no queda nada, pues igual con las personas, los disfraces están muy bien para carnavales, pero para andar todos los días por la calle vamos mejor con nuestros gastados pantalones vaqueros y con nuestras entrañables zapatillas y aquí estoy usando una de las licencias de los poetas, la metáfora, ya que lo que os acabo de decir vale para la comodidad y la autenticidad interior y exterior de nuestra persona.
Las palabras van y vienen dentro de nosotros de manera inconsciente, son libres y no admiten otro vestido que no sea la naturalidad, salen de nuestra boca como lo han hecho desde el primer día que aprendimos a utilizarlas, su fin es comunicarnos y que nos entiendan... y a no ser que hablemos en ruso o en chino, hablamos como somos, extremeños de nacimiento y de convicción, no tenemos que defender lo que nos pertenece por nacimiento porque nos pertenece y ya está, ni mucho menos ocultar la herencia que hemos recibido de nuestros mayores que es el más hermoso don del ser humano, el lenguaje.
Y en caso de que se pongan tontos algunos, cambiemos el refrán: a oídos necios, palabras sordas. Todos estáis muy orgullosos de vuestro acento y manera de hablar y yo me siento orgullosa de vuestro orgullo.
Desvelaré el secreto de Jara: escribe... ya sabía yo, intuía que en vuestra clase había buena madera de escritores futuros ¿a que tenía razón cuando os lo dije? Esto es como el caso del detective con olfato, lo huele y al final se descubre. Si Jara se convierte en escritora ya me puede contar entre sus lectoras.
María Antonia de Calamonte también ha caído, gracias a los dioses, en mi hermosa trampa de hilos de fantasía: la lectura. Por la tarde, cuando llegó a casa, empezó a leer un libro. Os digo que enredarse con estos finos e invisibles hilos que tejen los libros alrededor del lector es lo mejor que nos puede pasar, cruzar el umbral maravilloso de otros mundos y aprender a vivirlos es no estar nunca solos
Evidentemente la literatura no sólo es poesía, algunos os inclináis más por la novela que es un mundo sorprendente donde cabe todo lo imaginable y algún que otro por el teatro, cosa que me maravilla y me hace sentir la esperanza de que quien sabe, puede nacer algún dramaturgo, que la vida da muchas vueltas... ¿No habéis oído la frase de que la vida es puro teatro?
En otra carta alguien me dice esto: Me he dado cuenta que leer es algo divertido, entretenido y agradable, y que con los libros se pueden descubrir cosas que uno tiene en su interior, y que no lo sabía.... ¡Pues claro! Has encontrado la clave para leer, como decía Manuel Pacheco: Para leer hay que estar / escribiendo lo que escriben. / Si no lees con una llave / nunca sabrás lo que dicen. No es complicado de entender, en realidad dice algo así como que el que lee algo debe meterse tan dentro de esa lectura que parezca que es él quien está escribiendo lo que lee... la llave a la que él se refiere debe ser el deseo de comprender lo que dicen otros como si lo hubiéramos dicho nosotros. Pero hay tantas llaves como libros y personas, la que tú has descubierto es la de la diversión, a través de ella has descubierto lo que había en el interior del libro y de ti misma o de ti mismo.
Ahora leo la de un alumno que me ha hecho reír de alegría por su visión de Gloria Fuertes, que mientras yo reía creo que la he oído a ella carcajearse de felicidad, porque Gloria es de esas personas que aunque esté en ese lugar que lleva su nombre allá por los espacios siderales, aún tiene las orejas en la tierra para escribirle poesía a los angelitos con las cosas graciosas de aquí abajo. Lee qué maravilla has escrito diciendo que Gloria Fuertes nos quería transmitir desde pequeños la poesía suya, es decir que nos fuéramos introduciendo en ella, como si fuera una madre que le da cucharaditas de potito a su bebé débil... Que sepas, que desde este momento esa madraza poética cuidará de ti desde los cielos, porque no te imaginas cómo era Gloria de bendita; a pesar de su apellido, era también una niña débil por eso escribió: Tenía doce años lo recuerdo / cuando entré a trabajar con la Tristeza... Y para que veas como no vas muy descaminado con los potitos, lee este poema de Gloria Fuertes que se titula Mi vecino y dice así:
El albañil llegó de su jornada
con su jornal enclenque y con sus puntos.
Bajaron a la tienda a por harina,
hicieron unas gachas con tocino,
pusiéronlo a enfriar en la ventana,
la cazuela se cayó al patio.
El obrero tosió:
-Como Gloria se entere,
esta noche cenaremos Poesía.
Además dices que te parece increíble que Don Quijote esté en un microchip en un satélite... ¡Quién se lo iba a decir a Cervantes con las penalidades que sufrió para escribirlo! En la charla inaugural del Día del libro, el 23 de abril, en la Asamblea de Extremadura, comparé el libro con una vaca , con los años que se lleva leyendo El Quijote en esa institución, ya habrá un rebaño de vacas cervantinas pastando entre los escaños... en los primeros párrafos, después del famosísimo inicio de En un lugar de la Mancha se hace referencia a este animal, estas son vacas ilustres, pero la mía de la charla ha sido la primera vaca vulgar que ha pisado las hermosas praderas de alfombras mullidas de la Asamblea, posiblemente al ser la única mundana se haya convertido en la reina de las vacas literarias extremeñas, o como menos, en vaca parlamentaria. Me siento muy orgullosa de ella. Espero que los señores diputados no coincidan con ellas en las sesiones, aunque sería conveniente por el espíritu materno protector que alimentaría a la Asamblea Extremeña.
Kiki, he leído tu cuento Náufragos... todos los escritos son muy, pero que muy originales.
Raúl dice una poeta, me encanta leerlo, porque las poetas del siglo veintiuno tenemos que luchar para que no nos llamen poetisas, como a Carolina Coronado que es del siglo pasado.
Vuestra sinceridad y espontaneidad en las cartas me ha causado una impresión IMPRESIONANTE, y sobre todo que entendieseis el humor. No perdáis tampoco el humor de la vida, es como sal para las ensaladas.
Y termino este testamento con un parrafito de una cosa que estoy preparando para el Programa Civitas, para ver si es posible que Mérida se levante y se acueste con la cara lavada y sin ningún diente roto... me refiero a luchar porque nuestra ciudad no sufra más vandalismo ni nos invada la suciedad, y para ello tenemos que reeducarnos, a ver qué os parece:
"María recicla papel porque quiere ser escritora. A Pedro le encanta tirar las botellas de vidrio en el contenedor porque suenan muy bien y quiere ser músico. Luis no les comprende, dice que a él no le importa el planeta ¡Lástima! No diría lo mismo si tuviera una ilusión, ¡no sabe lo que se pierde!"
Bien, queridos amigos, termino esta inmensa carta para todos vosotros. Ya sabéis dónde encontrarme en Mérida, y cada vez que me veáis por la calle, por favor decidme algo, que me encantará saludaros.
Que seáis muy felices o todo lo posible, que toméis las decisiones correctas en la vida pero que apechuguéis con ellas y miréis hacia el futuro con valentía... Y cuando no seáis tan jóvenes, que os acordéis del día de hoy.
Le dais un fuerte abrazo a Alicia de mi parte y para vosotros otro muy fuerte.
Hasta pronto.
Rosa María Lencero
10 de mayo de 2003